miércoles, 16 de abril de 2008

De vuelta al cubículo

Cuando se vuelve a tener trabajo después de tanto tiempo, uno - naturalmente y por inercia - se alegra, ya sea porque...

A) Ya no tendrás que elegir entre juerga o comida de la semana, o...

B) Porque vas a volver a tener vida y tu panza detendrá su sedentario y brutal crecimiento, o...

C) Simplemente, porque volverás a formar parte del grueso de común mortales que se someten al sistema y se dejan llevar por el curso tradicional de la vida.

Sin embargo, cuando llega el crucial y cosquilleante primer día, ese momento en que abres los ojos a la desafiante mañana que tienes por delante, sólo se te viene a la cabeza una pregunta... "¿¡Por qué carajo tengo que ir a trabajar!?".

En contraparte a ese arrepentimiento indescriptiblemente fuerte que te clava de vuelta contra el colchón, hay una sensación que resulta extraña pero bastante alentadora: El fin de semana vuelve a tener sentido. Salud por eso y que llegue ya.

2 comentarios:

Unknown dijo...

salud porque es sabado!

Anónimo dijo...

y llegue yo..otra vez.. y ya sabes ( con dedito amenazante) si te portas mal nuevamente pido que borres todos mis lindos comentarios..jajajaja... bienvenido a la chamba!